¿Qué es un lombricario?
Es una pregunta que muchos se hacen al escuchar esta palabra tan extraña. Un lombricario es un sistema para producir abono orgánico a partir de los desechos de la cocina y el jardín, utilizando como agentes transformadores a las lombrices de tierra. Estas pequeñas criaturas son capaces de comer hasta el 80% de su peso al día, y convertirlo en humus, un fertilizante natural muy rico en nutrientes y beneficioso para las plantas.
Un lombricario no es más que un recipiente con agujeros en el fondo, donde se coloca una capa de material orgánico (hojas secas, paja, cartón, etc.) y encima se añaden las lombrices. Luego se va agregando los restos de comida (frutas, verduras, cáscaras de huevo, posos de café, etc.) y se cubre con otra capa de material orgánico. Las lombrices se encargan de descomponer todo lo que encuentran y producir el humus, que se va acumulando en el fondo del recipiente. El líquido que se filtra por los agujeros se llama lixiviado, y también es un excelente abono líquido.
Ventajas de un lombricario
Un lombricario tiene muchas ventajas: reduce la cantidad de basura que generamos, nos proporciona un abono ecológico y gratuito para nuestras plantas, mejora la calidad del suelo y fomenta la biodiversidad. Además, es una actividad divertida y educativa para toda la familia, especialmente para los niños, que pueden aprender sobre el ciclo de la materia y el cuidado del medio ambiente.
¿Te animas a hacer tu propio lombricario? Es muy fácil y económico. Solo necesitas un recipiente adecuado, unas lombrices (que puedes conseguir en una tienda de pesca o en una granja de compostaje), material orgánico y restos de comida. En poco tiempo tendrás tu propio abono casero y estarás contribuyendo a un mundo más sostenible y saludable.